Un hasta luego repentino…

¡Hola mami! 

Saca tu taza de café y siéntate un ratito para que hablemos… 

Espero que tu semana haya transcurrido bien y si no ha sido así, te recuerdo que todas hemos pasado por eso y lo volveremos a pasar pero no perdamos la esperanza, vendrán semanas mejores llenas de logros y de alegrías. Hoy quiero abrirles mi corazón… quiero que hablemos de esos momentos en los que tenemos que decir un hasta luego repentino. En los últimos tres meses a mi me ha tocado decir tres “hasta luegos” repentinos. El primero fue a un familiar cercano que a pesar de que no lo veía hace tiempo, lo estimaba mucho y tener que decirle hasta luego fue muy triste. A su vez a ver a su esposa e hijos sufrir su partida fue desgarrador. La semana que me enteré de su muerte la pasé meditando sobre la brevedad de la vida terrenal y de cuan importante es vivir cada minuto siendo intencionales en dar lo mejor de nosotros. El era un padre proveedor que siempre velaba por el bienestar de su familia. Su partida nos tocó muy fuerte a todos los que le amamos y conocimos. Unas semanas después, sin haber olvidado esa muerte, recibí otra noticia muy sorprendente. Una querida amiga y compañera era de misiones en Juventud Con Una Mision, murió luego de sufrir una aneurisma cerebral y de haber sido operada. Esta noticia me tomó por sorpresa. Pasé varios días llorando de manera intermitente y aún al pensarlo lloro y oro por su esposo y sus hermosos hijitos. La vida de esta amiga dejó huellas de propósito y destino en casa lugar que pisó. Será siempre recordada por su pasión y amor por el bien y la verdad. Luego recibí la noticia de que una persona muy allegada a mi familia falleció de manera repentina a consecuencia de mano criminal. Una persona que realmente era fácil se amar, honesto y leal. Literalmente sentí que por unos instantes todo se detuvo y no podía ni pensar y reaccionar. Tres muertes inesperadas en tres meses... tres hasta luego repentinos que han detenido las manecillas de mi reloj interno y de repente ya no quiero ser presa de la prisa y el estrés. De repente me quiero enfocar en lo que tengo de frente, vivir al máximo cada instante. Hoy quiero abrazar y mirar más a mi esposo e hijos. Quiero asegurarme de que sepan que los amo no sólo porque se los digo si no porque estoy presente y lo demuestro con mis actos. Es mi anhelo agradar a mi Dios en todo tiempo y dejar un legado en cada lugar que toque. Hoy digo hasta luego a estos tres seres especiales y me preparo para estar lista para poder decir hasta luego cuando me toque sin que me quede nada por dentro. Mami que me lees quiero invitarte a que juntas podamos hacer esto... vivir una vida con sentido, con propósito; una vida intencional. Una vida que marque de manera positiva a todo el que se encuentre. Una vida que sea digna de imitar no por perfección si no porque fue honesta, plena y vivida al máximo. Hoy me tomo este café y de una vez le hablo a mi Dios amado y le digo: “Para ti quiero vivir. Dando siempre lo mejor con corazón sincero. Enséñame, guíame, moldéame... quiero que mi vida hable de ti en mi. Ayúdame a estar lista para decir hasta luego de la mejor manera.” Hasta el próximo “coffee break” amigas lindas. Un abrazo con un extra “shot” de cariño, Graciela